La sencillez en el duelo

La sencillez en el duelo

Como muchos de vosotros habéis experimentado, el duelo es una realidad que absorbe tanto que al principio, el dolor del vacío deja poco espacio para nada que no sea sobrevivir el embiste. Me parece que el tema de hoy apunta a esta realidad. El duelo en sus primeros momentos es tan abrumador, que nos deja energéticamente vacíos sin fuerzas para nada más. De allí pienso yo la total necesidad de sencillez. No puede ser de otra forma. La pérdida no nos permite más desgaste ya que nos está absorbiendo toda nuestra energía para mantenernos mínimamente en pie.

Ser sencillo es, para mi ser uno mismo sin adornos ni complicaciones que no tocan. Pero no hay una única forma de serlo. Entonces no es fácil trazar una sencillez que pueda aplicarse a todos porque cada uno, creo yo, está haciendo lo que puede y no busca complicarse más allá de todo lo que le ha venido.

Pero cuando observamos desde fuera, muchas veces identifiquemos distintos grados de sencillez ya que tenemos nuestros parámetros que no dejan de ser subjetivos. No es fácil, porque desde fuera el punto de vista va a ser subjetivo y tenderemos a aplicar el nuestro.

Se me hace difícil definir la sencillez por esta razón. Para mi no sería honesto aplicar mi criterio. Pienso que en el duelo, más que en ninguna otra situación la honestidad es total. Cuando hemos querido tanto y de pronto perdemos la posibilidad de seguir haciéndolo y de seguir siendo queridos por la persona que lo era todo para nosotros, vamos a reaccionar desde una honestidad y desde la imposibilidad de hacerlo de otra manera. La sencillez entonces significa hacerlo de la única forma que sabemos.

Es quizás el único momento en toda nuestra vida que no vamos a tener opciones. Ninguna. No vamos a poder escoger. De entrada nos invade el estado de shock, y a continuación pasamos por negación, ira, rabia, desconsuelo, rebeldía, depresión, tristeza, culpa, tristeza, pacto, tristeza… Y podría seguir. Todo esto que suena tan complejo es la forma más sencilla de hacer un duelo… No conozco otra….

Ahora cuando un duelo ya entra dentro de la fase que yo describo como llevable. Llevable en el sentido que ya podemos escoger cómo queremos vivirlo, en el sentido que vivimos el dolor en vez de ser vivido por el y las circunstancias, cuando nuestra consciencia, empieza a tener una cierta claridad y no está tan nublada, entonces para mí la sencillez sería vivir el duelo como yo necesito y no complicarla dejándome llevar por el entorno y sus exigencias. Yo eliminaría el ‘tienes que’ que muchas veces viene de personas que quieren lo mejor para nosotros, pero que no lo es a no ser que resuene con lo que realmente nos va a aportar esa paz interior que tanto necesitamos para poder estar cada vez un poquito mejor.

Sencillez es aquello que no me va a complicar, es lo que me está pidiendo mi cuerpo y mis necesidades emocionales, mentales y espirituales en cada momento. Es la ausencia de obligaciones emocionales que no estén en consonancia con mi momento puntual. A veces esas obligaciones vienen de nosotros mismos y sin quererlo somos nosotros los que nos estamos complicando. Pero, lo que es inadmisible es que desde fuera observen y opinen sobre lo que tiene que ser ya que esto realmente dificulta el propio proceso.

Sencillo entonces es vivir el duelo a nuestra manera, poder sentir lo que necesitamos sentir en cada momento y tener a un paso el apoyo que necesitamos cuándo y cómo lo necesitamos.

Compartir: 

3 comentarios en “La sencillez en el duelo

  1. El trabajo es totalmente personal, pero la compañía de personas que nos comprenden y están cuando las necesitamos se agradece de verdad. En el peor momento de mi duelo que casi lo tengo muy desdibujado, lo que destaca son las personas que en los momentos realmente difíciles me hicieron comprender con pocas palabras, que estaban y que de alguna manera sentían mi dolor y comprendían.
    Recuerdo un encuentro de yoga en Sitges que tuve que irme en plena comida y aún siento el apoyo de todos los que estaban conmigo. Desde aquí agradezco de verdad a todas esas personas… Gracias…….anji

  2. Así es, el duelo es único y personal. Nadie puede decirte cuánto tiempo te llevará y no cuando ya fue suficiente, sólo tú podrás poco a poco salir adelante para saber convivir con ese dolor.

  3. LA SENCILLEZ EN EL DUELO
    La sencillez en el duelo, para mí, es, sobre todo, respetar nuestro estado de ánimo. Es, como dice Anji, no pagar el IDA, (Impuesto de Dolor Añadido)
    Es, un poco, olvidarnos de la palabra “Debería….” Debería de aceptarlo, debería de estar ya mejor, debería poder hacer o estar de aquella otra manera… debería… debería…
    O también el “No debería… “No debería estar tan mal, no debería llorar, no debería enfadarme… o, al revés, no debería reír y estar contento alguna vez… que también podemos pensar que no deberíamos
    Cuando digo que hemos de respetar nuestros estados de ánimo, no quiero decir que nos dejemos ir, que dejemos que se apodere de nosotros la tristeza, la rabia o el malestar… Se trata de dejarnos sentir, de aceptarnos tal y como somos, tal y como estamos en este momento de nuestra vida. De aceptar, minuto a minuto, la oscilación de nuestros estados de ánimo, con momentos en los que estamos muy tristes, otros en los que estamos enojados o rabiosos, pero también otros en los que podemos sentir buenas vibraciones, alegría porqué el sol ha salido hoy, porque el cielo está muy azul o porque nos ha llamado un amigo que nos ha dicho algo que nos ha gustado.
    La sencillez en el duelo pasa por respetarnos mucho. Respetar nuestros tiempos, respetar nuestro dolor y respetar el modo en que sentimos ese dolor… Y pasa también por hacernos respetar.
    El hacernos respetar en el duelo pasa por decir lo que queremos a los demás tanto lo que nos gustaría como lo que no nos gusta, con toda la humildad de la que seamos capaces. Pedir si nos hace falta o rechazar si no queremos. Con respeto para los demás, claro. Pero sin dejarnos atosigar: no ir a donde no queremos, no hacer lo que nos dicen que es bueno pero para nosotros en este momento sentimos que no lo es… no esforzarnos por agradar. En estos momentos no hemos de fingir. ¡Sólo nos falta eso! Claro que tendremos que hacer de tripas corazón cuando estemos en ciertos lugares donde hemos de estar obligatoriamente por nuestras circunstancias de vida… pero lo justito, por favor, sólo lo imprescindible. No nos pongamos obligaciones que nos disgustan para contentar a los demás.
    Y si lo hacemos así, si nos respetamos y nos hacemos respetar, el duelo, además de sencillo será más fácil, más amoroso, más sosegado y también el tiempo de duración será menor. Si nos permitimos estar tristes, también nos permitiremos momentos de alegría, momentos de bienestar y, poquito a poco, iremos saliendo del túnel oscuro… Y nos encontraremos a nosotros mismos otra vez, distintos pero en paz, distintos pero amorosos, distintos pero completos. Completos, otra vez…
    Milagros Soler para el grupo de los lunes en AVES de Anji Carmelo (21-1-2013)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

*

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>